domingo, 30 de julio de 2006

QUO VADIS, AMICI?

La propuesta de transformar los Democratici della Sinistra (Massimo d’ Alema y Piero Fassino) junto a la Margherita (Rutelli) en el Partito democratico no es sensata. Que justamente esta propuesta se haga ahora, en plena infancia del gobierno Prodi, es inoportuno, aunque esta no es la razón de fondo. El problema central es la caracterización del nuevo partido y su colocación internacional.Empecemos por lo menos relevante. No veo los motivos para, en estos momentos, poner en marcha esta operación. El nuevo gobierno italiano necesita sosiego político e institucional para poner en marcha las grandes reformas que ha comprometido su programa electoral. De ahí que los ajetreos internos en el principal partido (los Ds) sean objetivamente un elemento de poca tranquilidad: téngase en cuenta que los contrarios al nuevo partido (il correntone) representan un cuarenta por ciento. ¿A qué vienen ahora estas prisas y, sobre todo, a ese método tan poco escrupuloso?Poco escrupuloso porque los partidarios del Partito democratico han iniciado un proceso de manifiestos, apertura de sedes y recogida de afiliados sin que todavía haya sido tomada una decisión orgánica en los Democratici della Sinistra. La explicación no parece ser otra que la de situar al conjunto de la organización ante los hechos consumados. Esta metodología anómala condicionará la personalidad del nuevo partido, si es que llega a nacer. El código genético del hipotético Pd no será otro que el de unos movimientos tectónicos irregulares y, sin duda, elitistas.Por otra parte, la Margherita –una organización que nunca ha ocultado su personalidad centrista-- pone dos condiciones a los Ds: una, señalar las raíces cristianas en el carnet de identidad del nuevo instrumento; otra, la no inscripción en la Internacional socialista. Aclaremos: ambas me parecen legítimas desde la órbita rutelliana, pero no admisibles desde la cultura laica de la política de izquierdas. Como lo más seguro es que Fassino no acepte ambas exigencias, la solución sería un pastel sin chicha ni limoná. O, si se prefiere, una formulación gelatinosa que no serviría ni para un barrido ni para un fregado. En todo caso, se produciría la anomalía de que, en un país tan importante como Italia, no existiría una relevante formación de izquierdas de inspiración socialista. Por otra parte, la Internacional socialista (donde, no se olvide, está el PT de Lula y el partido sudafricano de Nelson Mandela) no tendría espacio en Italia. Sentimentalismos aparte: ¿se archivaría el santoral de los Labriola y Gramsci, Di Vittorio y Lama, entre otros?A estas alturas, nadie sabe qué ocurrirá. Pero, sea como fuere, la sensatez me lleva a plantear dos cuestiones de gran importancia: 1) que todos adquieran el firme compromiso de no interferir, molestar, estropear la acción unitaria del gobierno; 2) normalizar el proceso mediante la preparación de un congreso participativo de los Ds.Es decir, que hable todo el mundo, no sólo los relumbrones. Una vez acabado el proceso cada cual se irá donde al lugar de sus preferencias. Un servidor pondrá el retrato de Luciano Lama junto al de Di Vittorio en el comedor de casa: el primero, un revolucionario-reformista; el segundo, un reformista-revolucionario. No se trata de oxímoron alguno. Mientras tanto, le mando un paquete de tabaco en picadura al amigo Bruno Trentin. Porque las penas, con tabaco son menos. Ahora mismo estoy hablando con Ceferino de Hizla que acaba de llegar al aeropuerto de El Prat, procedente de Roma y va camino de Parapanda. Me recibió en la sala de espera cantando un aria de Le Nozze de Figaro: Dove andrai il farfallone amoroso? Como la gente de La Vega de Granada no hace nada gratuito, me pongo a considerar que la musiquilla tiene algún destinatario.

viernes, 14 de julio de 2006

CON JOSÉ MONTILLA

José Luis López Bulla




Mi apoyo a la candidatura de José Montilla se debe a las siguientes razones: 1) conseguir que un candidato no nacionalista gane las elecciones autonómicas, y 2) apoyar desde la modestia de mis esfuerzos el proyecto de José Luis Rodríguez Zapatero. Este, además, es el orden argumental. Y, como puede verse, no tiene ningún tipo de planteamiento “ideológico”. Lo hago, especialmente, por puro interés personal. ¿En qué sentido? Lo explico a continuación: quiero pasar los próximos años de un modo razonablemente feliz. A estas alturas de mi vida, seguir soportando los efectos de la pobretería intelectual del nacionalismo, su agobiante inutilidad y su significativo aldeanismo me haría un avinagrado cascarrabias, y posiblemente lo que no ha conseguido el tabaco lo haría la reedición político-institucional del nacionalismo. Pero quien interprete que mis argumentos son de tipo “defensista”, contestaré que ¡ni hablar del peluquín!: intentar ser razonablemente feliz está en las mejores tradiciones republicanas, al menos en las que dejaron escritas nuestros abuelos de Filadelfia.

Seguir siendo feliz, con las mínimas interferencias posibles, quiere decir en mi caso que voy a seguir afirmando con descaro que Federico García Lorca es mi poeta en vez de Juame Riudeclots; que mi barítono español preferido es Manuel Ausensi y no Marcos Redondo; que mi soprano del alma es Renata Tebaldi y no otra, aunque sea no menos buena; que el sindicalista español más importante del siglo XX es Joan Peiró que ahora se está fumando sus buenos caliqueños con Luciano Lama; que Roser, mi mujer, nacida en Barcelona, es la dama de mi vida.

Seguir siendo feliz –y querer serlo, si a uno lo dejan-- es afirmar desparpajadamente que un servidor no tiene raíces, sino piernas, aunque nada tengo en contra de los que quieran tener raíces y no piernas.

Naturalmente José Montilla no me resolverá los grados de felicidad que necesito: ¡ni se le ocurra, por favor! Pero si gana es una hipótesis que yo pueda tener una moderada felicidad; si vence el nacionalismo es una certeza que me pondré un poco chuchurrío. Y, la verdad, todavía hay distancias entre una hipótesis y una certeza.

Más todavía, deseo que mi país entre una fase histórica nueva. Alguien dijo de Luciano Lama que “había dado substancia a la democracia”. Pues bien, he escrito que Zapatero hizo lo mismo en su gesto valenciano cuando le dijo a don José Ratzinger: “Dispense, caballero; pero no asistiré a la misa”. Presumo que mis amigos el cura García-Nieto y Alfons Carles Comín estarán tocando palmas ante ese bello gesto.

Uno ha preguntado: ¿Pero qué quiere éste? Desde luego nada más importante que lo que he sido en mi vida: un dirigente de Comisiones Obreras. Tras eso empalidecen todos los demás cargos ya sean el oro del moro o la plata que cagó la vaca. Por lo tanto, quien ha sido dirigente sindical sabe por experiencia propia (y aproximada intuición) que el resto –especialmente a partir de determinadas edades-- vale un poco menos que una oblea. Pero, ya que es imposible desterrar las sospechas, lo máximo que puedo aceptar es que me regalen, por mi detalle, un cartón de ducados. Porque nada es gratis en esta vida. 

miércoles, 12 de julio de 2006

LA SOLIDARIDAD EN LOS HECHOS CONCRETOS


La General Motors ha hecho público que levanta su factoría de Azambuja (Portugal) y la traslada a España. Las paradojas de estas situaciones están en que, simultáneamente, pueden darse estas situaciones: dolor en Portugal y alivio en la localidad zaragozana de Figueruelas. Lo que parece normal desde el punto de vista humano. Pero la reacción sindical debe ser otra. Y así es: la Federación minerometalúrgica de Comisiones Obreras ha reaccionado con un gran coraje, con una magnífica lucidez. Ha denunciado a GM. Y de manera rotumda explica que se está quebrando el espíritu esbozado en la reunión de miembros del Comité Europeo de GM, junto con representantes sindicales pertenecientes a la Federación de Metalúrgicos Europeos celebrada el pasado 3 de julio de 2006 en Bruselas.


En la citada reunión se acordó iniciar un periodo de negociación con la dirección de la empresa para establecer el proceso que clarificara el futuro de la planta portuguesa. Como muestra de este compromiso los sindicatos suspendimos la continuación de movilizaciones iniciadas en semanas anteriores. CC.OO. entiende que la empresa se equivoca, ya que desaprovecha una oportunidad para solventar un conflicto pacíficamente y, además, sostiene que no actúa de buena fe al comunicar el cierre justo al inicio de las vacaciones de la mayoría de las plantas europeas.


Entiendo que estamos ante un inicio que rompe algunos equívocos sindicales: denunciar la deslocalización del propio tejido industrial y hacerse el longuis cuando te llega alguna empresa que ha deslocalizado su producción en otro punto cardinal. Los metalúrgicos de Comisiones Obreras están abriendo la posibilidad de nuevas reflexiones al respecto. De momento, desde este pueblecito de Parapanda (muy cerca de Santa Fe) nos quitamos el sombrero y aplaudimos la postura de la Federación que lidera Felipe López.
Publicado por Pepe Luis López Bulla en
10:01
1 comentarios:

Anselmo Lorenzo dijo...

Un buen ejemplo, afortunadamente, no el único, que indica que el sindicalismo europeo puede enfrentar las estrategias de las empresas multinacionales sin interiorizar dinámicas de competencia entre los distintos sindicatos nacionales. A finales del pasado año, la empresa química LANSEX, con plantas en Italia y Tarragona, intento presionar a la baja en las condiciones de trabajo de ambas factorias, chantajeando con el destino de una nueva producción. Fiteqa-CC.OO. y Fia UGT, de común acuerdo con el sindicalismo italiano, reaccionaron con una iniciativa sindical de reparto de la nueva producción. Fue una buena operación para los sindicatos de ambos países

lunes, 3 de julio de 2006

D' ALEMA, FASSINO ¿lo habéis pensado bien?

¿Lo habéis pensado bien, queridos amigos? ¿Estáis seguros de que la fusión con la Margherita es conveniente? ¿Qué gana Europa con que uno de sus grandes (o pequeños) países no cuente con un partido socialista? ¿Qué ganan los italianos con ello? ¿No es parece que es harto exagerada vuestra transhumancia que, a lo largo de dos décadas, habéis cambiado de nombre no sé cuántas veces? ¿Se trata de versatilidad o de unas vaporosas exigencias que muchos no alcanzamos a entender? ¿Acaso existe una presión social, de masas, en Italia para que os compréis un nuevo chambao? Yo no la veo por ninguna parte. Una pregunta: ¿os ayudará esta operación a consolidar el gobierno de centro-izquierda? ¿Sí? Díme por qué, Piero. Dime por qué, Massimo. Ojo: podéis entrar en aquella "selva oscura e smarrita..."


Les digo a Piero y Massimo: oid la voz de Bruno Trentin. No estamos hablando de un conservador. Pocos reformadores ha tenido Europa que estén (o hayan estado) a la altura del maestro Trentin. Trentin les dice que "es preferible avanzar hacia una Federación de partidos en vez de a un indefinido e imaginario partido democrático". Tres cuartos de lo mismo ha dicho otro de los grandes: Giorgio Ruffolo. Para más información al respecto, véase
http://baticola.blogspot.com (El Maestro Bruno Trentin) en los archivos de junio.