viernes, 11 de diciembre de 1981

ANE: Ultimátum al gobierno

JOSE LUIS LOPEZ BULLA (El País 11/12/1981)

Hace días hemos podido conocer unas sorprendentes declaraciones del empresariado afirmando que Comisiones Obreras no estaba respetando el ANE. Las palabras, efectivamente, son interesadamente sorprendentes, porque, que yo sepa, ni dicho sindicato ni ningún otro tienen responsabilidades "de gobierno". Pero, con toda seguridad, la estridencia patronal puede leerse en relación al actual proceso de movilizaciones, la mayoría de ellas entorno a los problemas de los diversos sectores metalúrgicos. A mi entender, una consideración es de obligada referencia: toda la acción sindical de estos últimos tiempos (huelga general de los metalúrgicos vascos y la de Getafe en torno a John Deere más las acciones generalizadas en el Vallés occidental y Manresa en torno a Estampaciones Sabadell y Lemmerz Española) tiene un marcado carácter defensivo. Se trata en todas ellas de mantener los puestos de trabajo. De ahí la legitimidad del carácter de la actual presión sindical. La excusa patronal no deja de ser, en realidad, un grito injustificado.


Pero ¿qué está pasando con el Acuerdo Nacional de Empleo? Yo creo que está en un momento a todas luces delicadísimo, en un instante político casi de supervivencia. Pero antes permítaseme recordar un dato escalofriante: en el mes de septiembre se han perdido 1.500 puestos de trabajo diariamente. A esta cifra hay que añadir las previsiones, que todos conocemos, de que en el año que viene pueden perderse 200.000 puestos de trabajo, vía reconversión industrial.

¿Por qué está en difícil trance el ANE? En primer lugar, por la propia dinámica de la situación económica, que sigue teniendo en las cuestiones relacionadas con el empleo, el mismo nivel de autonomía que antes de la firma del acuerdo. Y, en segundo lugar, porque, tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, no hay más tela para cortar y hacer un traje en condiciones.


Traje mal cortado en los Presupuestos

Un dirigente, tan cauto en sus observaciones y a la vez tan sagaz en el quehacer político, como es mi buen amigo Nicolás Sartorius; afirmaba en su intervención en el debate presupuestario que "los Presupuestos Generales no son los que necesita ese problema (el paro), y nosotros tenemos reservas muy graves y muy serias en el sentido de que creemos que con estos Presupuestos no cumplimos el compromiso fundamental que el Gobierno adoptó en el ANE". Puedo asegurar, sinceramente, que no es un entrecomillado interesado ni fuera de la contextualidad de la intervención del dírigente comunista. A mi entender, el traje está cortado y mal cortado en los Presupuestos.

Dentro de dicha carta financiera hay un elemento que muestra que lo aprobado va en dirección opuesta a solucionar, por otra parte, el problema de la cobertura del desempleo (en la actualidad inferior al número de no subsidiados), esto es, el recorte de los iniciales 481.000 millones de pesetas en 338.000 millones.

Estamos, en estos momentos, en casi la tercera parte de la vida del ANE. Y toda la realidad, ya lo decíamos antes, va en dirección contraria a los objetivos que pretende cubrir. Estamos, además, en puertas de un acontecimiento importante, cual es la negociación colectiva, que los sindicatos han diseñado en torno al ANE, dentro -quiero decir- de la política salarial que allí se establece.

De no cumplirse los objetivos de creación de todos los puestos de trabajo capaces de mantener la misma población ocupada a finales de 1982, que en el momento de la firma este país deja de creer, afirmo sin intención trágica alguna, en la democracia. Y es cuestión de preguntarnos, serenamente, si eso le interesa a alguien. Por ejemplo, ¿que se deje de creer en la democracia le interesa al Gobierno?

Los sindicatos se juegan además el ser o no ser de su existencia. Los partidos y organizaciones civiles diversas se juegan eL cómo se va a vivir en nuestro país. Y las gentes se juegan si comen o no comen, si tienen trabajo o no lo tienen. Por ello se hace imperioso un gesto de salvación del principal aspecto del ANE. Yo creo que los sindicatos, de forma común, deberían dirigirse a la Administración y plantear la gravedad del problema. Y, contemporáneamente, explicitar una partida nueva de dineros que sea la fuerza de choque de la inversión.

La ley Presupuestaria contempla la posibilidad de un fondo, que podía ir muy bien dirigido a ser una especie de motriz de la inversión. La idea la extraigo de la misma intervención del diputado comunista Nicolás Sartorius en la intervención que mencionaba antes. La cantidad la cifraba Sartorius en 200.000 millones de pesetas. Pero, por otra parte, es necesario ultimar al Gobierno para que defina, concretamente, cuándo, cómo y dónde va a crearse un diseño de política de creación de puestos de trabajo, calendario en mano, susceptible de cumplir el compromiso más importante del ANE.

El ultimátum que planteo es un exigencia normal. Es, por otra parte, un gesto que intenta una racionalización de un compromiso muy importante, pero que todavía está en el terreno de lo abstracto. En absoluto hay que leer esta formulación como si fuera un exabrupto radical. Sencillamente, se trata de dar coherencia y credibilidad de masas a unos compr omisos que, como tales, tienen que ser cumplidos.

José Luis López Bulla es secretario general de CC.OO. de Cataluña.