Dos
personalidades del peso institucional como Barroso, Presidente de la Comisión Europea ,
y Trichet, Presidente del Banco Central Europeo, han afirmado
desparpajadamente que la Unión
europea ha tomado ya todas las medidas necesarias frente a la crisis y, ahora,
lo que resta es esperar y ver. Según leo, algo por el estilo dijo el presidente Hoover en un momento dado tras la crisis de 1929.
Dos años más tarde, las cosas empeoraron y Roosvelt se encontró los Estados Unidos hecho
trizas. Las cosas tardaron en enderezarse como es sabido. Por si las moscas
–esto es, como sospechando que todavía queda mucho que hablar del bacalao— los
caballeros del G20 se han dado cita en Londres el día 2 de abril. Formalmente
se han puesto el listón muy alto: elaborar nuevas reglas para el funcionamiento
de los mercados financieros. Ya veremos en qué queda el asunto. De momento, hoy
se reune una delegación de la Central Sindical Mundial con el premier inglés
que es el anfitrión de la cumbre. Por cierto, en esa delegación figuran los
primeros espadas italianos de la
CGIL , CSIL y UIL que deberían aprovechar el tiempo en
cualquier pub londinense y ver cómo reorientan la
dificilísma situación que tienen entre ellos mismos porque –ya lo hemos visto
en la crónica de Simón Muntaner-- las relaciones sindicales en aquel país
están que da pena, penita, pena.
No quiero ser cenizo pero lo más probable es que redacten cuatro jaculatorias (“Jesusito de mi vida / eres niño como yo / por eso te quiero tanto / y te doy mi corazón” y otras) en forma de placebos al tiempo que encargarán a sus escribas sentados que, en caso de no salir bien las cosas, echarle las culpas a los países emergentes como China, Rusia, India y Brasil. Lo que es tan verdad como la oposición de los grandes intereses de las grandes compañías occidentales a la regulación de los mercados financieros. Mientras tanto, los últimos datos son de infarto:
en el último trimestre, el crecimiento global ha sufrido una contracción del 5 por ciento, la caída más grave de los últimos sesenta años, según informan los amanuenses del Fondo Monetario Internacional. Por no hablar del reciente informe que ha hecho públicola Central Sindical
Internacional: Nuevo
informe de la CSI: La crisis alimentaria mundial.
Mientras tanto,la
Unión Europea está a la Luna de Valencia. Por no hablar del Banco Central
Europeo que hasta hace muy poquitos meses insistía –impasible el además— que el
problema era la inflación, a pesar de que todos sus dirigentes estudiaron en un
colegio de pago. Pues bien, a falta de una política anti crisis, estos
caballeros insisten en la necesidad del respeto riguroso a los planteamientos
de Maastricht, muy particularmente a no escaparse del 3 por ciento del déficit
público. Es preciso que Dios no les conserve su mala vista a todos ellos.
Discos dedicados. Radio Parapanda tiene el placer de poner en antena la voz más sublime que hemos oído a lo largo de cien años en el timbre de soprano: doña Renata Tebaldi. Queremos compartirla con el maestro Ángel Rozas que, en tiempos clandestinos se llamaba Máximo o García en un intento desesperado de despistar a la policía. Oigan: Casta Diva. El maestro Bellini, hijo predilecto de Parapanda, es el autor.
No quiero ser cenizo pero lo más probable es que redacten cuatro jaculatorias (“Jesusito de mi vida / eres niño como yo / por eso te quiero tanto / y te doy mi corazón” y otras) en forma de placebos al tiempo que encargarán a sus escribas sentados que, en caso de no salir bien las cosas, echarle las culpas a los países emergentes como China, Rusia, India y Brasil. Lo que es tan verdad como la oposición de los grandes intereses de las grandes compañías occidentales a la regulación de los mercados financieros. Mientras tanto, los últimos datos son de infarto:
en el último trimestre, el crecimiento global ha sufrido una contracción del 5 por ciento, la caída más grave de los últimos sesenta años, según informan los amanuenses del Fondo Monetario Internacional. Por no hablar del reciente informe que ha hecho público
Mientras tanto,
Discos dedicados. Radio Parapanda tiene el placer de poner en antena la voz más sublime que hemos oído a lo largo de cien años en el timbre de soprano: doña Renata Tebaldi. Queremos compartirla con el maestro Ángel Rozas que, en tiempos clandestinos se llamaba Máximo o García en un intento desesperado de despistar a la policía. Oigan: Casta Diva. El maestro Bellini, hijo predilecto de Parapanda, es el autor.