En una
reciente entrada BALANCE
DEL REFERENDUM SINDICAL se
hablaba de la importante consulta refrendataria que convocó el sindicalismo
italiano para conocer la opinión de los trabajadores sobre el pre-acuerdo
alcanzado en el mes de julio pasado con el gobierno Prodi. Pues bien, ahí están
los datos. Y, como es natural, tan robusta experiencia la ponemos en
conocimiento de propios y extraños.
Las
asambleas que se han realizado en todos los sectores han superado la cifra de
cincuenta mil. Los datos definitivos son: han participado 5.115.000; los votos
válidos han sido: 5.041.810. Favorables al acuerdo: 4.114.939; contrarios:
962.871; en blanco o nulos: 73.244.
Concretando: un poco más del 81 por
ciento de los trabajadores italianos han dado el apoyo explícito a los
planteamientos del sindicalismo italiano. Francamente, la lección que han dado
(casi) todos ha sido impresionante. En primer lugar, los elevados índices de
participación tanto en la consulta como en las asambleas deliberativas (más de
cincuenta mil en toda Italia). En segundo lugar, el consenso robusto de los
trabajadores con la dirección sindical. Y, finalmente, la aportación que todo
ello podría dar a la vida democrática europea. Quienes hablen de renovación de
los contenidos democráticos hará bien de tomar nota de esta gran experiencia
concreta, de esta cosa que ha
sucedido realmente en estos
nuestros tiempos. O, lo que es lo mismo: no se trata de una gesta sindical de
los tiempos de Salvador Seguí, Giuseppe Di Vittorio y otros grandes padres del
sindicalismo. Esto ha pasado hoy, concretamente la semana pasada. Así pues, los
trabajadores de hoy tienen, al igual que sus mayores, un punto de referencia,
hecho por ellos mismos, para seguir con el relato.
Para continuar razonando el relato.
Esta me parece la lección más importante del sindicalismo italiano. Lo digo
porque es algo complicado saberse contemporáneo de acontecimientos importantes,
de ser coprotagonista de acontecimientos importantes. Por lo general, hay una
tendencia un tanto entrópica que se manifiesta en casi todos los terrenos: antes,
antes, antes sí que iban bien las cosas. Cuando se empieza a pensar de esa
manera es que la sesera empieza a estar un tanto desamueblada. Es más, diría
que ese entropismo podría reflejar una indirecta (desde luego, no querida)
desautorización de los padres de ayer, a los que conciben como mito. Una
desautorización en el sentido siguiente: oblícuamente se les está diciendo que
no supieron mantener la cadena del relato.
Pero, en fin, esto son suposiciones sin ningún valor argumentativo. Aquí lo que
vale es esta experiencia que ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo como la Alhambra de Graná.
Mis saludos, pues, a Gianni Bombaci, poeta sículo-lombardo, que ha sido interventor en las mesas del referéndum en Milán. Gran sindicalista. Por todo ello, se traslada la siguiente información que me ha llegado esta noche: Gianni Bombaci ha sido declarado Hijo Predilecto de la ciudad de Parapanda. Esta ha sido la decisión unánime del excelentísimo ayuntamiento de esta ciudad. La firma su alcalde, Rafael Rodríguez Alconchel.